La soledad no deseada es frecuente que impida desarrollo normal pues la persona deja de recibir impulsos de acción. La situación física comienza a agravarse con lentitud y falta de reacciones ágiles. La gente alrededor no suele aceptar a los mayores como personas completas y llenas de sabiduría y se les relega de alguna manera a un papel de niños pequeños. Posibles enfermedades y/o desinterés en hacer actividades habituales renunciando a muchas de ellas.
El proceso de envejecimiento es un proceso fisiológico en el que el propio deterioro afecta en la independencia y autonomía de quienes lo sufren.
Es algo inevitable y que siguiendo la tendencia demográfica es importante prevenir las complicaciones para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, y así poder alcanzar numerosos beneficios para el entramado social de nuestra isla y nuestros mayores.
Por lo que, para mi, el propio proceso de envejecimiento, cuando trae consigo las complicaciones relacionadas con esta fase vital, es el principal condicionante para la autonomía de una persona mayor, entendiendo la salud como una relación entre el bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; por lo que cualquier situación que afecte a los pilares de la salud va a condicionar el desarrollo de la persona.
Depende de la autonomía de la que hablemos. Física, es la propia de la edad. Emocional, falta de relaciones y apego a un grupo. Social, la soledad, los mayores no les apetece estar aislados con sus recuerdos porque todo a su alrededor se mueve muy deprisa.
Creo, como profesional sanitario, que hay varios problemas clave: por un lado, el desconocimiento de la población mayor sobre cómo prevenir la pérdida de autonomía (manejo de sus patología asociadas al deterioro funcional y estilos de vida que favorecen la independencia); por otro, que una vez que la pérdida de autonomía está establecida, desconocen como frenarla, y carecen de los medios en su entorno para orientarles y acompañarles en el proceso de recuperación y mejora.
-Aislamiento social: El aislamiento social y la falta de apoyos pueden afectar negativamente en la autonomía personal de las personas mayores. La falta de interacción social puede llevar a la soledad y la depresión, lo que a su vez puede dificultar el mantenimiento de un estilo de vida activo e independiente.
-Acceso a recursos y servicios: Las barreras de acceso a recursos y servicios adecuados, como el transporte, la atención médica, pueden limitar la capacidad de las personas mayores para mantener su autonomía personal.
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La soledad no deseada es frecuente que impida desarrollo normal pues la persona deja de recibir impulsos de acción. La situación física comienza a agravarse con lentitud y falta de reacciones ágiles. La gente alrededor no suele aceptar a los mayores como personas completas y llenas de sabiduría y se les relega de alguna manera a un papel de niños pequeños. Posibles enfermedades y/o desinterés en hacer actividades habituales renunciando a muchas de ellas.
El proceso de envejecimiento es un proceso fisiológico en el que el propio deterioro afecta en la independencia y autonomía de quienes lo sufren.
Es algo inevitable y que siguiendo la tendencia demográfica es importante prevenir las complicaciones para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores, y así poder alcanzar numerosos beneficios para el entramado social de nuestra isla y nuestros mayores.
Por lo que, para mi, el propio proceso de envejecimiento, cuando trae consigo las complicaciones relacionadas con esta fase vital, es el principal condicionante para la autonomía de una persona mayor, entendiendo la salud como una relación entre el bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades; por lo que cualquier situación que afecte a los pilares de la salud va a condicionar el desarrollo de la persona.
Depende de la autonomía de la que hablemos. Física, es la propia de la edad. Emocional, falta de relaciones y apego a un grupo. Social, la soledad, los mayores no les apetece estar aislados con sus recuerdos porque todo a su alrededor se mueve muy deprisa.
La soledad. La soledad es importante cuando se tiene a al lado a quien contársela.
Creo, como profesional sanitario, que hay varios problemas clave: por un lado, el desconocimiento de la población mayor sobre cómo prevenir la pérdida de autonomía (manejo de sus patología asociadas al deterioro funcional y estilos de vida que favorecen la independencia); por otro, que una vez que la pérdida de autonomía está establecida, desconocen como frenarla, y carecen de los medios en su entorno para orientarles y acompañarles en el proceso de recuperación y mejora.
-Aislamiento social: El aislamiento social y la falta de apoyos pueden afectar negativamente en la autonomía personal de las personas mayores. La falta de interacción social puede llevar a la soledad y la depresión, lo que a su vez puede dificultar el mantenimiento de un estilo de vida activo e independiente.
-Acceso a recursos y servicios: Las barreras de acceso a recursos y servicios adecuados, como el transporte, la atención médica, pueden limitar la capacidad de las personas mayores para mantener su autonomía personal.